La comunicación analógica (no verbal) nos permite transmitir información de las relaciones que se establecen entre los comunicantes. En el ser humano este tipo de comunicación está constituida por los gestos, las posturas, expresiones faciales, inflexiones de voz, secuencia, ritmo, cadencia de las palabras y, en definitiva, cualquier otra manifestación no verbal que sea emitida en un contexto interactivo. A su vez podemos clasificar la comunicación analógica o no verbal en tres grandes categorías:
Kinésica (lenguaje corporal): todo tipo de movimiento corporal como los gestos, las expresiones faciales, la sonrisa, el contacto ocular, la postura, etc. También el aspecto físico, la altura, el peso o el aspecto general del comunicante.
Paralingüística: son las conductas relacionadas con los aspectos vocales no lingüísticos de un mensaje, como son la intensidad o volumen de la voz, la calidad y fluidez de pronunciación, las vocalizaciones, la velocidad, el ritmo, el tono (dicen que es el acento el que convence y no la palabra), el llanto, la risa, el control de los órganos respiratorios y articulatorio, etc.
Proxémica: todas las conductas relacionadas con el uso del espacio personal y social, por ejemplo, la distancia física, la manera de sentarse o la forma de disponer de una habitación. Un aspecto importante de esta categoría es que la distancia social entre la gente correlaciona con la distancia física:
▪ Distancia íntima (separación entre 15 y 45 centímetros). Para que se dé esta cercanía, las personas tienen que tener mucha confianza y, en algunos casos, estar emocionalmente unidos, pues la comunicación se realizará a través de la mirada, el tacto y el sonido. Es la zona de los amigos, parejas, familia, etc. Dentro de esta zona se encuentra la zona inferior a unos 15 centímetros del cuerpo, la llamada zona íntima privada.
▪ Distancia personal (separación entre 46 y 120 centímetros). Estas distancias se dan en la oficina, reuniones, asambleas, fiestas, conversaciones amistosas o de trabajo. Si estiramos el brazo, llegamos a tocar a la persona con la que estamos manteniendo la conversación.
▪ Distancia social (separación entre 120 y 360 centímetros). Es la distancia que nos separa de los extraños. Se utiliza con las personas con quienes no tenemos ninguna relación amistosa, la gente que no se conoce bien. Por ejemplo: la dependienta de un comercio, el albañil, los proveedores, los nuevos empleados, etc.
▪ Distancia pública ( separación más 360 centímetros). Es la distancia idónea para dirigirse a un grupo de personas. El tono de voz es alto y esta distancia es la que se utiliza en las conferencias, coloquios o charlas.
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